EL TERCER HABITO

CRECER DANDO

SU TIEMPO, SUS TALENTOS, SU TESTIMONIO Y SU TESORO

Este principio sigue el ejemplo de un árbol

Un árbol (apenas plantado) aunque no tenga todas sus hojas, siempre tiene unas pocas. Porque, si no tiene hojas, no crece (más bien, muere).

El Salmo 1: 3 dice:

“Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,

Que da su fruto en su tiempo,

Y su hoja no cae;

Y todo lo que hace, prosperará.”

 

Mateo 7:16,17 dice

 “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?; Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos

 

El árbol crece por el proceso de “dar y recibir”. Recibe el alimento, pero a la misma vez da al medio ambiente, aunque sea muy poco.

Cada árbol al principio tiene unas pocas hojas a través de las cuales “da” al mundo a su alrededor (da oxígeno).

Nosotros queremos llegar a ser árboles con muchas hojas, haciendo una diferencia marcada en nuestro mundo (en las vidas de los que nos rodean todos los días). Pero, mientras que estemos creciendo y madurando en la fe, hemos de hacer lo que podemos, a pesar de que nos pareciera “poco”.

 

De esto se trata este hábito:

 Dar de lo que tenemos, aun si es poco o mucho, si queremos crecer, tenemos que recibir y también dar.

Hay cuatro áreas en nuestras vidas en donde Dios quiere desarrollar este hábito:

 

Nuestro tiempo.

Nuestros talentos.

Nuestro tesoro.

Nuestro testimonio.

 

Oferta promocional

No pierdas la oportunidad de ahorrar mientras disfrutas de la calidad y el servicio que amas. ¡Presta atención a este espacio para conocer las últimas actualizaciones y aprovecha estas increíbles ofertas mientras duren!

Crea tu propia página web con Webador