1 Corintios 3:2 dice:

“Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía”

Primero necesitamos lo más básico, como un recién nacido, la leche espiritual que nos prepare para recibir alimentos sólidos en el andar de la vida cristiana.

1 Pedro 2:2 dice:

 “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,”

La vida cristiana es un andar por fe y debemos aferrarnos a las promesas de Dios para vivir un día a la vez confiando absolutamente en su propósito para con nosotros.

El Rey David, escribió muchos salmos y su deseo más profundo era estar en la presencia del Señor en adoración y sumisión.

El Salmo 27:4 dice:

 “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de

Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de

Jehová, y para inquirir en su templo”

En esta parte del Salmo 27, el rey expresa su mayor deseo cada día

“Una cosa” –

David quería una cosa de Dios

 (era lo más importante para él).

 “Ésta buscaré” –

Entonces buscaría esta cosa como un hombre que busca tesoro.

 La “cosa” que él buscaría era estar en la casa de Jehová todos los días de su vida.